martes, 25 de enero de 2011

Vaya castañas !!!

ENHORABUENA,SEÑOR ZAPATERO !!!

Sí, le felicito efusivamente, porque si bien una vez creí que nadie sería capaz de caerme peor que Aznar, usted me ha demostrado que estaba muy equivocado. Ha trepado como un campeón al primer puesto de mi lista de "personas de las cuales no se puede esperar nada más que mentiras y disgustos".

Y es que tiene usted una jeta impresionante, soltando las barbaridades más increíbles sin ni siquiera pestañear. Ustedes los políticos cobran unos sueldazos de aupa en tiempos de crisis -dietas aparte, supongo- sin producir nada a cambio. Como si fueran los dueños y señores de una gran empresa, cuando por lo que tengo entendido están trabajando para nosotros. Bueno, perdón, sí que producen algo: un malestar y un inmenso asco en la gente, como hacía mucho tiempo que no sentíamos.

Sí, no, ya sé que usted no está donde está por ser una gran persona y desvivirse por el prójimo: los buenos se quedan por el camino y la vocación es algo de lo que la política anda muy, muy, muy escasa. De hecho, seguro que le importa dos cojones lo que nos pase al resto de nosotros: seguirá viviendo en la abundancia, se retirará -o más bien lo retirarán, al paso que va- cobrando una señora pensión vitalicia totalmente inmerecida, y encima, como el resto de vividores que le han precedido, seguramente acabará cobrando una fortuna de alguna empresa privada por trabajar de... ¿asesor? Pero no se engañe por eso, que no es porque usted lo valga, es porque el mundo está "mu tonto" y hay quien prefiere meter una cara conocida para dar ¿pedigrí? a una compañía, que a un desconocido con conocimientos adecuados, inteligencia y la dignidad intacta. Así nos va.

Y no le importe mucho mi opinión. De hecho, yo soy uno de los que se abstienen de votar, de los que no queremos entrar en su juego y dar validez a su expolio estatal legalizado. Y no me diga que podría votar en blanco, porque el significado de los votos en blanco se los pasan por el forro los tertulianos políticos de turno con rocambolescas interpretaciones, como si todo el que votara en blanco pensara lo mismo, como si fueran neuronas dispersas de una gran cabeza con un único pensamiento.

La verdad es que es muy triste, después de los miles de personas que dieron su vida para que este país fuera una democracia, que ustedes nos hayan quitado a muchos las ganas de ir a las urnas, puesto que tanto los de derechas como los de izquierdas estáis más preocupados por llenaros los bolsillos y discutir quién la tiene más grande, que por daros cuenta, de una puta vez, de a dónde nos llevará vuestra gula infinita de poder y dinero.

Lo dicho: muchas gracias por jodernos la vida cada día un poco más y conseguir que este país vaya marcha atrás como los cangrejos.

P.D. Que ¿qué tiene que ver la foto con el tema? Pues son unas castañas llanas y simples, aunque también podrían ser un político cualquiera y un par de sus asesores. Darían el mismo resultado. O mejor, que las castañas no tienen bolsillos.

domingo, 9 de enero de 2011

¿Dónde estará mi caaaarroooooo?

Pocas cosas hay más lamentables que salir de un concierto a las 6:30h de la mañana, cargado con un par de maletas, lloviendo a cántaros, en una ciudad que no conoces... Y SER INCAPAZ DE RECORDAR DÓNDE %&$#@&% HAS DEJADO EL COCHE !!! XD

Resulta que al llegar por la tarde estaban con todo el follón de los "pasacalles" y ese día la Policía Municipal -que la mayoría de veces es muy maja- tendría una mala tarde y no me permitió pasar para dejar los trastos, con lo que tuve que dejar el coche donde Cristo perdió las chanclas y llegar tarde y estresado a las pruebas de sonido.
Ya empezábamos mal, pero ahí no acabó la cosa. Por la noche, mientras estábamos tocando, empezó a llover como si no hubiera un mañana, cosa que en teoría no nos afectaba, porque tocábamos a cubierto -dentro de una sala. Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando empezaron a caer gotas sobre el escenario. El apasionante mundo de las goteras. La cosa se fue complicando y a medio concierto, el pobre batería tenía que soportar un chaparrón que no hubiera sido peor si hubiéramos tocado en plena calle. A duras penas, acabamos el bolo -más que nada, porque el local estaba a reventar de gente muy maja y no era plan de hacerles un feo.
Terminada la actuación, recogida de trastos y al salir a la calle, lo hicimos por una puerta diferente a la que entramos, porque nos habían cerrado la otra. Entre esto y la lluvia que caía a chorros me desorienté cosa mala, con lo que tuve que dar unas cuantas vueltas calles arriba y abajo hasta que di -45 minutos más tarde- con una rotonda que me sonaba y, finalmente, con mi coche -hogar, dulce hogar XD

P.D. Definitivamente sí: un móvil con geolocalización es un instrumento muy útil ;-)