sábado, 15 de marzo de 2014

SABER ESTAR

 No, no me refiero al hecho de tener buenos modales y que se te pueda llevar a todas partes, sino a liarla encima de un escenario. Una cosa es que te guste la música de una determinada banda y otra muy diferente que disfrutes viéndolos en directo. Hay gente de capacidad nula para transmitir emociones más allá de las que nos brinda su música -que no es poco, pero para eso ya están los CDs. Para mí, el escenario es un mundo aparte, donde un músico justito de técnica puede hacer enloquecer al público, mientras que un maestro instrumentista puede aburrir incluso a las moscas. Si se junta la buena técnica con el saber estar, entonces ya estamos ante palabras mayores.

Si eres músico -o tienes espíritu musical- y asistes a una actuación donde el intérprete toca todo su "setlist" de forma impecable, pero no suelta una sola gota de sudor durante las dos horas y su interacción con el público es nula, tú seguramente se lo perdonarás, pero la gente normal quiere algo más: quiere verte ACTUAR -por eso seguramente se llama actuación-, y quiere que mientras estés ahí arriba te sientas -y te muestres- como el puto amo. Te muevas, les animes, te rías, saltes... en definitiva, que les hagas disfrutar.
Hay de todo en esta vida, y hay artistas con muchos seguidores y que se ganan muy bien la vida -e incluso que componen música preciosa- que sobre un escenario no me dicen absolutamente nada. Es más: después de asistir a uno de sus bolos, les bajo un par de puntos en mi ránking personal y me planteo si vale la pena volver a ir a una de sus actuaciones.

Y que conste que no me refiero tan sólo al cantante: una banda es un trabajo en equipo, y todo suma y todo resta durante un directo; si el vocalista se deja la salud dando tumbos por el escenario y el resto de los músicos parecen figuras de cera, una actuación que podría ser memorable se queda en normalita. Y tú, teclista que estás escondido en la parte de atrás y te crees a salvo: aunque creas que a ti nadie te mira, sí que lo hacen, y si te ven con cara de repasar la lista de la compra... El movimiento y el buen rollo son contagiosos, y si ves a todos los miembros de una banda sobre un escenario saltando y disfrutando a cada tema -o actuando, aunque en realidad tengan un mal día-, raro será que a los cinco minutos no les acompañes en sus locuras. Y eso es mágico, amig@s :-)

A tu público no le importa si tienes problemas personales, si ese día todo te ha salido mal o si te da vergüenza salir a un escenario y lo pasas fatal a cada bolo: ellos han venido a pasarlo bien, y de ti depende que se vayan a casa satisfechos. Los que nos dedicamos a esto tenemos una gran responsabilidad, que no es otra que hacer que los asistentes a nuestros bolos se lo pasen lo mejor posible, para que jamás se cansen se saborear y disfrutar la música en directo, una de las cosas más maravillosas que existen  en nuestro mundo musical.

P.D. Esta foto tiene ya unos añitos, pero los que me conocen y me han visto últimamente en directo saben que lo sigo dando todo en cada bolo y que no me guardo nada para mañana ;-)