martes, 7 de junio de 2016

MI NOMBRE ES JAMÓN JAMOS

Hoy, de regreso hacia Barcelona por la A2 después de un gran fin de semana de bolos, he escuchado una noticia por la radio que me ha hecho dudar de si realmente estaba despierto y conduciendo... o continuaba dormido enfrascado en algún sueño fantasioso.
Resulta que un grupo de científicos -no he escuchado de dónde- se está planteando seriamente -de hecho, creo que ya estaban con las manos en la masa- el inyectar células madre humanas en fetos de cerdo en proceso de gestación para conseguir crear órganos humanos y disponer así de material ilimitado para transplantes de todo tipo. Hasta aquí la cosa no deja de ser algo a lo que ya nos tienen acostumbrados, pues recuerdo el ver hace años la foto de un ratón sin pelo con una oreja humana creciéndole sobre la espalda, por poner sólo un ejemplo.

Lo que me ha puesto los pelos de punta es escuchar que esos mismos científicos esperan que las células madre no lleguen a influenciar o mutar también los cerebros de dichos cerdos y provoquen en esos animales comportamientos más "humanos".
OMG !!! Estamos hablando de que podría ser que, si las cosas se tuercen de mala manera durante los experimentos, en un futuro próximo se sacrificarían cerdos que en realidad serían personas con forma de cerdo, pues sus cerebros podrían llegar a ser igual que los nuestros y con capacidad de raciocinio debido a la acción de las células madre humanas sobre ellos durante su etapa de gestación. Animales a los que la única cosa que les impediría suplicar por su vida sería un aparato fonador no apto para ello -aunque los animalistas creen que esto ya sucede desde siempre en los mataderos, pues negarle la posesión de sentimientos a determinados tipos de animales que nos sirven de alimento no deja de ser una autoprotección psíquica, que nos hemos impuesto para seguir comiendo carne sin enloquecer aplastados bajo un terrible sentimiento de culpa.

He leído en más de una ocasión que la inteligencia y la capacidad de aprendizaje de los cerdos es comparable -o incluso netamente superior- a la de los perros, y que sus órganos se utilizan en transplantes en personas porque provocan un nivel muy bajo de rechazo en los pacientes, pues al parecer tenemos cierta compatibilidad genética. Si a todo esto le añadimos los posibles -y no deseados- resultados de este arriesgado experimento...

Sería un apasionante guión para una película de ciencia-ficción, sin duda, pero creo que no quiero que esas locuras de científicos locos se hagan realidad, pues cuando se cruzan determinados umbrales se pierde el miedo a ir más allá. Cuando la ciencia pierde de vista la ética, el ser humano siempre ha sufrido las consecuencias, pues los números, con su extremada y cruel frialdad, reducen la realidad a un campo de pruebas económico y golosamente rentable.
Quién nos garantiza que lo próximo no será la creación genética de licántropos para utilizarlos como arma en los campos de batalla ??? Y lo que es peor: quién nos asegura que eso no haya sucedido ya, en algún recóndito laboratorio ???

domingo, 3 de abril de 2016

Matrix y la vida con hijos

Este texto contiene spoilers sobre la película "Matrix", aunque si a estas alturas aún no la has visto, deberían de abofetearte las nalgas con un calcetín mojado :-P

Reflexiones de domingo por la tarde de un padre amante de la ciencia ficción. Recordando esa maravillosa película de los hermanos Wachowski - ahora ya hermanas, sorpresas te da la vida - que fue "Matrix", me vino a la mente esta aterradora idea. Aquell@s de vosotr@s que tengáis hijos supongo que compartiréis conmigo que sería una decisión terriblemente difícil a la hora de elegir qué pastilla escoger.

Supongamos que vivimos una vida no demasiado feliz como la del protagonista, de la cual nos gustaría huir, pero con la diferencia crítica que nosotros tuviésemos pareja e incluso un bebé. Llegado el momento tienes en tu mano ambas pastillas: la azul, que te permitirá continuar con tu vida anodina; y la roja, para enfrentarte a la cruda realidad e intentar mejorar tu futuro y el de tu familia.

Ya te has hecho a la idea de que, si te decides por la roja, las vas a pasar putas, pues cuando te recuperes de tu cautiverio deberás encontrar y rescatar también a tu mujer y tu hijo, pues aunque tu existencia es una mierda sin sentido, ellos no tienen la culpa y los quieres con locura. Pero te sientes con fuerzas para hacerlo y crees firmemente que no podéis continuar viviendo una falsedad en manos de las máquinas y que os merecéis la verdadera libertad.

Pero de repente, cuando ya tenías la pastilla roja en la boca y estabas bebiendo agua de un vaso para tragarla, tu cara se transforma en una mueca horrible y... LA ESCUPES LO MÁS LEJOS QUE PUEDES !!! Por qué ese cambio de opinión a última hora, si ya estabas totalmente decidido a convertirte en ese héroe todopoderoso de película megataquillera ???

Pues porque en el último momento una nueva posibilidad ha entrado a puntapiés en tu mente y ha derribado de un soplido tus sólidos y meditados planes: las máquinas, esos seres sin sentimientos ni humanidad de ningún tipo... habrán sido lo suficientemente "buenas personas" para haber extraído uno de tus espermatozoides y un óvulo de tu mujer, fecundarlo y dar a luz a vuestro hijo ??? Sabrán que eso es importante para nosotros o nos tratarán igual que hacemos nosotros con el ganado ???

Y lo que sería aún muchísimo peor: existirá realmente nuestro bebé ??? Las máquinas crean nuevos seres humanos contínuamente para seguir utilizándolos como pilas, pero quién nos asegura que nuestro hijo sea real y no una mera ilusión creada por una brutal e implacable computadora ??? Porque no olvidemos que TODO en Matrix es digital, aunque la mayoría de personas que aparezcan en ese mundo de ceros y unos tengan un equivalente durmiente, cautivo en algún recóndito lugar. Pero quizás los bebés no tengan un referente real y sean tan solo actores secundarios de su mascarada, fácilmente recreables mediante código, pues sus pautas de comportamiento son escasas y altamente predecibles.

En fin, que no sé vosotr@s, pero me temo que yo, ante esta aterradora posibilidad, me tomaría la pastilla azul y seguiría viviendo en ese mundo falso, pues la simple posibilidad de perder a un hijo enterraría mi rebeldía en lo más profundo de mi ser. Y es que una de las primeras reglas que debe respetar un aprendiz de rebelde dispuesto a cambiar el mundo y luchar contra el poder establecido es "No tener hijos", pues ese es el Talón de Aquiles definitivo.

Dicho todo esto... a disfrutar de nuestros cachorrillos y a rezar - es un decir - para que jamás, JAMÁS, venga el Morfeo de turno a jodernos la vida con las pastillitas de los cojones XDDD