A modo de divertimento, y si se me permite la analogía, el tema de la Independencia entre Cataluña y España viene a ser como la separación de una pareja que no se llevan bien. Pero en este caso, con algunas particularidades especiales.
Por ejemplo, una ley injusta impide que uno de los dos cónyuges decida lo que quiere, pues sólo uno de ellos -pongamos que el marido- puede romper la pareja, y éste cree en aquello de "hasta que la muerte nos separe". La mujer tiene un buen trabajo que le permitiría vivir por su cuenta, aunque tuviera que pasarle una pequeña pensión al marido, el cuál, al parecer, no dispone de sustento suficiente para sus gastos, pero este último, por orgullo, no acepta de ninguna manera esa posibilidad, y le dice aquello tan manido de "si no eres mía no serás de nadie", amenazándola con una pistola. Aunque la mujer acude a las autoridades a denunciar los hechos, éstas hacen oídos sordos y miran hacia otro lado, pues el jefe de policía es uno de los amiguetes del marido y no quiere complicarse la vida, ya que su matrimonio tampoco pasa por sus mejores momentos.
Por ejemplo, una ley injusta impide que uno de los dos cónyuges decida lo que quiere, pues sólo uno de ellos -pongamos que el marido- puede romper la pareja, y éste cree en aquello de "hasta que la muerte nos separe". La mujer tiene un buen trabajo que le permitiría vivir por su cuenta, aunque tuviera que pasarle una pequeña pensión al marido, el cuál, al parecer, no dispone de sustento suficiente para sus gastos, pero este último, por orgullo, no acepta de ninguna manera esa posibilidad, y le dice aquello tan manido de "si no eres mía no serás de nadie", amenazándola con una pistola. Aunque la mujer acude a las autoridades a denunciar los hechos, éstas hacen oídos sordos y miran hacia otro lado, pues el jefe de policía es uno de los amiguetes del marido y no quiere complicarse la vida, ya que su matrimonio tampoco pasa por sus mejores momentos.
Así, el marido obliga a la mujer a darle una buena parte de su sueldo, que él se gasta en sus vicios, mientras le grita cada vez que ésta, al quedarse sin dinero después de acarrear con todos los gastos de la casa, le pide que le devuelva algo de lo dado para comprarse unos zapatos nuevos, pues los que lleva ya tienen las suelas totalmente desgastadas.
En el tema de la educación, la mujer cree que estaría bien que sus hijos hablaran dos o tres lenguas, para no cerrarse ninguna puerta y poder acceder a cualquier oferta de empleo en un futuro, mientras que su marido considera que con el español se puede ir a todas partes y que no tienen ninguna necesidad de perder el tiempo estudiando dialectos muertos.
Últimamente, el marido anda loco de celos, pues sus amistades le han dicho que su mujer, a escondidas, hace tal o cuál cosa. A pesar de ser acusaciones falsas, él se las cree a pies juntillas, porque nunca se ha preocupado de hablar con su esposa para solucionar cualquier diferencia ocasional, ni de preguntarle por sus intereses o sus ilusiones. Además, él mismo también se encarga de despotricar sobre su esposa allá donde va, para que así nadie se ponga del lado de ella si algún día ésta se larga de casa y le abandona.
Así, si nadie le pone solución a esta sinrazón, la esposa vivirá una vida de penurias y desesperación, ante la imposibilidad de ver realizados sus sueños ni cumplidas sus aspiraciones, esclavizada por una ley injusta que no le permite ni tan siquiera pensar o hablar sobre el tema, bajo la amenaza de la violencia.
Todo el mundo debería de tener derecho a decidir su futuro y manifestarse de forma racional y pacífica. Lo demás, tan sólo es defender, de forma vehemente e irracional, una falsa democracia de apariencias.
P.D. Mis disculpas a los otros tipos de parejas posibles, por centrarme en la tradicional "hombre-mujer" ;-)
P.D.2. La imagen no es mía; la he sacado buscando en Google, y al parecer procede de "lavanguardia.com". Le he aplicado un filtro. Queda dicho ;-)
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