martes, 13 de junio de 2023

SERÁN LAS I.A. EL FIN DE LA HUMANIDAD?

Cuando era un adolescente locuelo, tuve una etapa en la que me flipó la astronomía, leyendo sin parar sobre el tema y empapándome de conocimientos que, con el tiempo, se han ido secando y sólo han dejado poco más que camisas arrugadas de pseudo-científico.

Desde pequeñitos, a todos nos han metido en la cabeza una imagen de "nuestro" Sistema Solar totalmente alejada de la realidad; las distancias astronómicas son tan abrumadoramente grandes, que resulta prácticamente imposible representarlo en una ilustración que se parezca mínimamente a la descorazonadora verdad: la Tierra es una partícula insignificante en medio de una inmensidad vacía y amenazante, una delicada pompa de jabón transitando a toda velocidad por un jardín de rosales llenos de espinas.

Del mismo modo, las películas de ciencia ficción nos pintan los enfrentamientos con robots como algo bastante igualado. Sólo hay que recordar las escenas de acción de cualquier film del género para ver a androides errando disparos, persiguiendo a sus víctimas con dificultad para alcanzarlos, sucumbiendo ante la "maravillosa" inventiva humana para salirse de cualquier situación comprometida...

Bien, pues eso no pasará. No en el sentido de que no exista algún día alguna creación robótica humana que decida borrarnos del mapa - que tampoco lo creo, como ya argumentaré más tarde -, sino porque siendo claros, un robot guiado por una inteligencia artificial estaría a otro nivel: todos sus disparos darían en el blanco con una precisión quirúrgica y una velocidad endiablada, sin que tuviéramos la más mínima posibilidad de defendernos o escapar.

Claro que, si las pelis se hicieran teniendo esto en mente, durarían lo mismo que un café con leche, al igual que cualquier estreno de Star Wars sin el ruido de los láseres o las explosiones en el espacio sería tan aburrida como sentarse a ver una lechuga crecer.
De todas maneras, seguro que llegado el caso, una I.A. asesina encontraría métodos mucho más expeditivos para quitarnos de en medio, sin necesidad de ir cazándonos uno a uno como a conejos: guerra bacteriológica, por ejemplo.

Pero si he escrito esta entrada es para soltar mi humilde opinión sobre el tema, recordando un puñado de novelas de leí hace tiempo del gran Frederik Pohl: la saga de los Heechees, las cuales os recomiendo muy mucho a poco que os guste el género.
Pues bien, en una de estas novelas - de las últimas de la saga, si no recuerdo mal - se habla de la digitalización de la mente humana una vez nos morimos y de las dificultades de comunicación entre los seres vivos y sus antepasados ahora binarios, ya que comparten la "misma" realidad.

Y es que tenemos cierta tendencia a olvidar - jamás hemos dejado de lado ese jodido egocentrismo que, como especie, nos hace ser los más chulos del barrio y nos ha costado muchos disgustos - que los ordenadores son cacharros asombrosamente rápidos. Y en un futuro muy cercano, cuando concluyan las investigaciones en el campo de las computadoras atómicas, todavía lo serán más.

Pues eso: en ese futuro no muy lejano, en el tiempo que nos lleve un solo parpadeo de nuestros ojos, una IA habrá vivido 1000 veces nuestra vida, pues su velocidad de "pensamiento" será infinitamente superior a la nuestra. Contra esto no se podrá competir de ningún modo. De hecho, ya se comenta en los círculos más metidos en el ajo que la verdadera IA - la mayoría de las de ahora son herramientas con mucho marketing detrás y limitadas a ciertos ámbitos - será el ÚLTIMO invento de la Humanidad; a partir de ahí, ya lo descubrirá "ella" todo.

Pero tranquilos, amigos y amigas, porque para estas nuevas máquinas, con una velocidad de vida obscenamente más rápida que la nuestra, observar al ser humano será, como ya he dicho antes, como sentarse a mirar una lechuga mientras crece: aburrido y sin ningún interés. Y por esa razón nosotros no representaremos para ellas ninguna amenaza de la que deba protegerse o deshacerse, pues ninguno de nosotros tenemos miedo a que nos muerda una piedra - a no ser que haya una mano por ahí que nos la tire, claro.
Por todo esto, yo digo que no debemos preocuparnos por la inteligencia, sea artificial o no, y sí por la estupidez que nos rodea en todas las esferas de nuestra vida, pues esta sí que es realmente peligrosa y nos causa no pocos problemas.
Todo esto será de este modo... siempre y cuando a los futuros "Terminators" no les guste comer "lechuga", claro: entonces tendremos un verdadero problemilla XDDD


P.D. Dejé de leer sobre astronomía cuando fui consciente de que la imposibilidad de comprender todas aquellas cosas inabarcables por la mente humana podía volverte loco. Y ahora que lo pienso, quizás no paré a tiempo :-P

viernes, 2 de junio de 2023

TEMPUS FUGIT, CARPE DIEM, ETC.

Soy un loco de los videojuegos. La gente que me conoce sabe que puedo pasarme horas y horas perdido en esos mundos que "no existen" y disfrutar como un enano cada segundo. Bueno... he dicho "DISFRUTAR"? Bien, de eso precisamente trata este texto, como veremos.

Pero continuemos con la entrada: también me encanta leer - novelas y textos divulgativos de todo tipo -, ver películas - varios estilos, pero sobre todo "terror y ciencia ficción" -, escuchar música - de mil sabores diferentes, que a ecléctico no me gana nadie -... y procrastinar como un poseso, viendo como el tiempo libre se desliza entre mis dedos para caer al suelo como si fuera valiosa agua y desaparecer para siempre entre la arena caliente, dejándome sediento y con ganas de más, si se me permite un ligero desliz poético :-P

Hoy veía un vídeo sobre videojuegos en YouTube hablando de aquellos lanzamientos que, aunque fueron geniales, no recibieron las ventas esperadas por parte de las desarrolladoras, a pesar de haber gozado de críticas mayormente positivas en todos los medios. Eso me ha hecho pensar.

Y es que la realidad es que no tenemos tiempo, amig@s: la producción audiovisual crece de forma exponencial día a día mientras el tiempo del que disponemos para disfrutar de esos productos continúa siendo el mismo.
Cada vez hay más empresas dedicadas a sacar material nuevo y además, hoy en día, cualquier hijo de vecino con algo de talento puede, mediante un triste ordenador y los programas adecuados, crear obras de calidad - o no - y subirlas a las redes para jugar a esta extraña lotería vital donde todo el mundo quiere hacerse famoso y nadar entre billetes gracias a los "likes" y los patrocinadores.
Y ahora, para colmo, nos llegan embistiendo las IAs: incluso aunque una persona tenga el talento creador de una gamba, podrá "crear" maravillas que rivalicen con las creaciones de personas de talento que llevan años estudiando duro y preparándose para realizar su oficio de forma excelsa. Y toda esta tecnología sólo está en pañales, pero tened por seguro que avanzará a velocidad supersónica y arrasará con todo. No sé el mundo que tendremos de aquí a muy pocos años, pero afirmo que no se parecerá en nada al actual. Incluso opino - sin tener ni p$·% idea, como siempre - que el todopoderoso CAPITALISMO sufrirá una hostia tan enorme... que quizás acabe desapareciendo y surgiendo una nueva realidad económica.

Por qué al principio de este texto he escrito el verbo disfrutar entre comillas? Pues sencillamente porque hay tanta cosa por ver, escuchar, leer, jugar... que somos totalmente incapaces de asumirlo: estamos "disfrutando" de una cosa pensando en otra y, al mismo tiempo, pensando en todo aquello que queremos disfrutar, cosa que nos impide pasarlo bien con aquello que tenemos entre manos.
Y es que, aunque sea duro, hay que asumir que un día nos iremos de este mundo sin haber catado ni siquiera un mísero 1% de todo aquello que nos hubiese gustado. Duele, pero es así.
Mirad si esta la cosa sobresaturada de oferta que incluso en las plataformas de "streaming" han colocado un botón para que decida el propio algoritmo qué ponernos y así no tener que decidirlo nosotros mismos, incapaces de elegir una cosa sola en la que invertir nuestro escaso tiempo. Hemos vuelto, sin darnos cuenta, a la televisión de toda la vida. Todo vuelve ;-)
Esta inmensa cantidad de estímulos y stocks infinitos hace que traguemos exquisiteces sin ni siquiera masticarlas, sin saborearlas; que nos dé igual si nos echan mierda o caviar.

Allá a principios de los años 80 los videojuegos se sumergieron en una crisis terrible, en parte provocada porque cualquier empresa pudo - debido a una sentencia judicial en EE.UU. que creó precedente - crear juegos para cualquier consola aunque no fuera de su propiedad. Eso hizo que una cantidad ingente de mierda se mezclase con obras de arte atemporales, cosa que llevó a los consumidores a ser incapaces de distinguir en qué gastar su dinero de forma adecuada. Las decepciones, después de pasar por caja y pagar una boñiga a precio de trufa, hicieron el resto.

Hoy en día tenemos también el tema de los "Youtubers": jóvenes - y no tanto - millonarios - y no tanto, también - que crean opinión, guían a las masas... siendo muchas veces ellos mismos "esclavos" de sus mecenas y patrocinadores y alabando productos de dudosa calidad, sólo porque una determinada empresa les pone los billetes sobre la mesa. Esto siempre ha sucedido, pero actualmente creo que hemos llegado a unos niveles alarmantes, debido en buena parte al alcance global e inmediato que tiene esta nueva forma de publicidad, donde los mesías digitales son alabados a nivel de "rockstar" y su palabra pasa a ser verdad indiscutible, arropados por millones de auténticos fanáticos con poca o nula capacidad para aceptar que alguien pueda pensar diferente de su ídolo. INTERNET empezó siendo un pozo de cultura... para acabar siendo un pozo - con vuestro permiso, me ahorro el complemento ;-) 

Y centrémonos, Ramón, que me pierdo: ayer volví a ser consciente de este estrés vital audiovisual revisionando una película que vi hace ya algún tiempo, de la cual no guardaba muchos recuerdos, pues había entrado por mis ojos en mi mente sin pena ni gloria mientras yo tenía la cabeza en otras partes:  BLADE RUNNER 2049, una auténtica obra maestra que recibió muy poca atención por parte de la audiencia y que se dio un batacazo de órdago en la taquilla. Os la recomiendo encarecidamente, pues a poco que te guste la ciencia ficción la disfrutaréis seguro. Está a la altura de la primera y tiene una fotografía abrumadora.

Pues nada y resumiendo ya: invertid bien vuestra existencia, DISFRUTAD de las cosas buenas de la vida, tomaros vuestro tiempo, sin prisa, saboreando cada momento, poniendo los 5 sentidos en ello, etc. Para entendernos: aquello que hoy en día llaman, en una maniobra más del "marketing" que nos acecha constantemente, "MINDFULNESS", que viene a ser aquello del "céntrate, leches" que nos gritaban cuando de pequeños estábamos contando moscas en vez de atender en clase XD

Un abrazote - que dure más de la cuenta - y sed felices... si tenéis tiempo :-P

P.D. Escribiendo esta entrada he descubierto que "sobre todo" se escribe separado - o sea, que lo había escrito mal desde siempre -, aunque también existe la palabra escrita junta con un significado diferente. Ea, ya soy un poco más sabio XDDD