sábado, 23 de julio de 2011

Si los bocazas volasen...

Los videojuegos son, junto con la música, los libros y las películas, una de mis grandes pasiones. Quizás la mayor de ellas. Ya desde pequeñito me robaron el corazón, al llegar un día a casa de mi tío y ver un par de píxeles gordos monocromáticos moviéndose por la pantalla del televisor, siguiendo las órdenes que les dictaba a través de un extraño mando. La Atari 2600 se había asomado a mi vida. Pero no fue hasta bastante más tarde que logré llegar al éxtasis, cuando mis padres me regalaron mi flamante ZxSpectrum de 48K. Innumerables horas de juego se sucedieron, afianzando una relación que a día de hoy continúa con la misma fuerza. Quizás por eso, por lo importantes que son para mí estas maravillosas creaciones, me jode tanto leer a gilipollas soltando mierda sobre tal o cuál juego sin ningún atisbo de pensamiento lógico detrás.

Todos sabemos que, entre juegos del montón y auténticas obras de arte imperecederas, hay juegos que dan asco por el poco cariño con el que han sido hechos, debido a presiones mercantiles o a que el equipo desarrollador no daba más de sí. Pero otras veces, juegos bastante bien construidos reciben palos desproporcionados por parte de sujetos que, o bien no saben diferenciar un videojuego de un melón... o se les cayeron de cabeza a sus padres cuando eran pequeñitos y quedaron un poco regulares.Hoy hablaré de algunos tipos de "jugadores" a los que más les valdría apuntarse a un curso de macramé, que meter sus sucias manos en un mando:

EL MARINE DESCEREBRADO: a estos figuras sólo les interesa apretar el gatillo. Les trae floja la historia, los personajes, el principio, el final o lo de enmedio.Odian las escenas entre fases, a no ser que duren menos de 15 segundos y sean para alabarles y decirles lo fantásticamente que han acribillado a sus enemigos. Les gustan las mejoras tecnológicas, porque así los juegos son más reales, y las vísceras y la sangre saltando a borbotones parece que les vayan a salpicar la cara. Si los diseñadores crearan un juego que fuera un bucle infinito, sin principio ni final, ellos seguramente ni se darían cuenta y continuarían con su festival gore por los siglos de los siglos.

EL EYACULADOR PRECOZ: este prenda presume de pasarse los juegos a toda velocidad. Si su colega lo ha terminado en 9 horas, él lo hará en 8. Ni que decir tiene que este bendito gilipollas no disfrutará ni un 30% del juego, tan sólo preocupado en avanzar cagando leches, sin fijarse ni en el paisaje, ni en los enemigos, ni por supuesto en la historia - saltará las escenas entre fase de manera compulsiva -... y al final tendrá los santos cojones de decir que el juego es corto. Sobra decir que este tipo de jugadores o tienen muy poca faena... o ninguna, pues pueden dedicarle ocho horas seguidas a un juego un día cualquiera entre semana y quedarse tan anchos.

EL GUIONISTA DESAPROVECHADO: aquí tenemos otro fenómeno de la naturaleza, un tío que, a pesar de trabajar de oficinista, mozo de almacén, cajero de supermercado o en cualquier otro trabajo normal y corriente, es un maravilloso portento de la literatura - aunque, extrañamente, nadie se ha percatado de ello - que se permite criticar TODOS los guiones de los juegos. Nunca encontrará nada bien: para él, todas las historias serán previsibles, inexistentes o tendrán fallos garrafales de guión. Seguramente nunca hará nada de provecho en su puta vida, pero nunca dejará escapar la oportunidad de criticar el trabajo de los demás, quizás para sacar fuera un poco de su propia frustración vital.

EL MELANCÓLICO CANSINO: éste es un caso de psiquiátrico. No cesará de repetir que los tiempos pasados siempre fueron mejores, y que los de antes sí que eran juegos divertidos y no los de ahora. A pesar de ello y de la existencia de los emuladores, siempre estará despotricando sobre cualquier juego actual - el cuál suponemos que antes de criticar, jugará - en vez de limitarse a pillar el MAME y jugar al PacMan hasta que le sangren los ojos. Incluso a veces se permitirá el lujo de criticar el guión, tal y como hace el "guionista desaprovechado", pensando, seguramente, que la de "Space Invaders" si que era una historia digna de un Óscar de Hollywood.

Para acabar y no alargarme más, otro caso no menos preocupante, que son los FANS de una marca en particular, capaces de decir auténticas barbaridades sobre un juego fantástico por el simple hecho de que ha salido en exclusividad para la consola de la competencia. Auténticos lameculos estúpidos que, sin cobrar un duro, defienden a capa y espada a grandes compañías como si fueran familiares próximos, sin tener en cuenta que, para un alto directivo de estas empresas, ellos tienen la misma importancia que una mosca.

Nada más por hoy. Quizás otro día vuelva sobre este tema, cuando decida darme otro garbeo por webs sobre videojuegos y me caliente lo suficiente para necesitar descargar todo mi odio de nuevo. Y es que hay elementos que sin deditos estarían más monos :-P

P.D. Nunca te vayas de vacaciones sin algún juego en la maleta :-P

2 comentarios:

Carlos Payá dijo...

Se te ha olvidado el más importante, el repelente 'solo vale lo que yo pienso' que insulta a todo el que no piensa como él, ya sea respecto a los vídeojuegos o sobre cualquier otra cosa.

Un poco de humildad y menos prepotencia por favor.

Ramon Ramos dijo...

Veo que tú debes formar parte de uno de los grupos que he descrito, Carlos, y por lo visto a mí me inscribes en un apartado nuevo llamado "repelentes".
Pues que así sea. Por cierto: debes de ser un fenómeno, para conocerme tan bien sin conocerme XD

P.D. Aun con lo "repelente" que soy, he publicado tu comentario ;-)