martes, 12 de marzo de 2013

¿Camerinos? ¿Eso que es? O_o

¿Qué relación guarda una orquesta de 11 músicos con los videojuegos? Bien, pues cuando llegas al lugar del bolo y te encuentras con un camerino de cuatro metros cuadrados, eso es puro "Tetris", señores. El mundo de los camerinos -o más exactamente, "esos lugares donde nos cambiamos", que la mayoría de las veces llamarlo "camerino" sería pecar de positivismo- es otra fuente de sufrimiento para los que nos dedicamos a esto de la música en directo. Incluso en aquellas orquestas que van con su flamante camión-escenario, muchas veces te toca cambiarte con el culo al viento, pues la mayoría de ellas, al igual que no tienen en cuenta el tema "cuarto de baño" -como ya comenté en otro de mis post-, tampoco se preocupan por el tema "camerinos".

Y para nosotros es un tema de suma importancia, si tenemos en cuenta que durante un día nos podemos cambiar unas cinco o seis veces: concierto, pase de tarde, pase de noche, marcha, etc. Los músicos estamos acostumbrados a cambiarnos en cualquier parte; no somos tan pijos como "Supermán", que tenía que buscar una cabina sí o sí para ponerse su traje de superhéroe antes de meterse en faena -hoy lo tendría bastante jodido, el pobre. Y es que desde casas particulares, furgonetas, vestuarios, lavabos, almacenes de bebidas, trasteros, salas de juntas, bodegas, ... Todo sitio es bueno para que llegues tú, con la ropa limpita y recién planchada, e intentes ponerte los pantalones, al estilo contorsionista, sin que se llenen de telarañas y polvo.

Recuerdo un día que nos tocó cambiarnos en una sala donde había, tirando corto, unos 200 mosquitos agazapados por las paredes, esperando carne fresca a la que clavarle la pajita. O sea que antes de cambiarnos, tuve que ir yo, con una camiseta, espachurrando chupasangres a diestro y siniestro, todo por el bien de nuestras reservas de hemoglobina. Luego está el tema de los vestuarios "unisex", con la correspondiente mala cara de las féminas de la banda, no así de los hombres, que normalmente siempre están encantados -en nuestra banda no, pero porque somos unos caballeros XDDD

Una de las deficiencias que te encuentras en el 90% de los vestuarios -incluso en muchos de los mejor apañaditos- es la ausencia o insuficiencia de colgadores para los portatrajes, por lo que te ves obligado a utilizar la cabeza y hacer mil y un inventos para colgarlos: aflojar algún clavo de la pared, utilizar el marco de una ventana, el colgador del teléfono de la ducha -luego siempre hay el gracioso que abre el grifo-, una lámpara resistente, etc.

Nos los hemos encontrado inundados, con basura de las fiestas anteriores, sin luz, sin espejos -no sé si para evitar que nos pegáramos una buena fiesta, pero que sepan que somos una banda sana :-P -, etc, etc, etc. Y eso sí: alguna vez nos han sorprendido gratamente y hemos tenido de todo a nuestra disposición. Entonces, nos ha sido muy difícil no soltar una lagrimita de emoción ;-)

No hay comentarios: